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CONTINUO
 Edelmira Boller

Continuo

 

En la práctica artística de Boller se reafirma el valor de la intuición, el momento, la presencia, el aquí y ahora. Se reivindica el tiempo y disposición necesarios para observar, seleccionar, coleccionar, organizar y configurar fragmentos.

 

En la cotidianidad, Boller ha constituido una manera de aproximarse al mundo que la rodea, generando conocimiento y pensamiento.


Su experiencia vital de hacer ocurre sin que ella pueda predecir el resultado, sencillamente deja que la obra ocurra, teniendo el valor de continuar, de insistir y el coraje para aceptar que la obra sabe más que el artista.

 

Cómo características de la producción de la artista, se pueden enunciar la adición y el ensamblaje de materiales con historia, que recuerdan máquinas y funciones determinadas que ya no pueden cumplir, ya que han perdido su condición de objetos utilitarios. Bajo una contingencia cargada de tensión y pulsión, Boller busca el equilibrio de los fragmentos, hasta que se configuran nuevas relaciones entre las partes, y surgen unos poemas visuales, sensibles, sostenidos con humor.


No es la primera ni la última artista en realizar obra durante décadas sin necesidad de ser parte del circuito de museos, galerías, ni gozar de crítica. Esto nos recuerda el valor de la resistencia, en una época de inmediatez en donde buscamos constantemente la aprobación de nuestro ser y hacer en el afuera, en el otro.

 

De nobleza insigne, como su nombre indica, Edelmira es prudente, tímida, obsesionada con su hacer, honra y ama su trabajo.
¿Los artistas se hacen o nacen? ¿Quién es un artista?

¿Qué hace un artista? ¿Es necesaria una cronología para contextualizar su trabajo? o ¿Es suficiente con la certeza de sus más de 40 años haciendo objetos?

Bernardo Montoya

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